domingo, 8 de diciembre de 2013

La mujer habitada

Portrait of a Child, de Frederic Leighton


Querido X:

J falta a clase cada vez con más frecuencia. Es un ámbito en el que se siente como un pulpo en un garaje, no comprende de qué hablan, se aburre y se marcha. A veces se queda en el mismo centro, en el aula de ordenadores, otras veces se va al súper a comprar las chucherías que le encargan sus compañeros y otras va a su antiguo colegio, que está cerca. 

Me produce desasosiego, porque no sabes dónde parará y te da la sensación de que el chaval anda por ahí, un tanto perdido. Por fortuna en el centro se están portando muy bien con él, no le exigen rendimiento y asumen que esté en clase sin más. Sigo con la red de su sicólogo, el educador, la sicóloga del Centro de Servicios Sociales y la siquiatra del ambulatorio. Cuando no tengo reunión con uno la tengo con el otro. Gioconda Belli tenía un libro que se titulaba "La mujer habitada" y así me siento yo, "habitada" por este hijo, llenos de él mi pensamiento y mi corazón y con muy pocos huecos para otros asuntos.

Está siendo un auténtico shock descubrir que las alteraciones de J son estructurales, que no se le pasarán con la adolescencia. Hace tiempo que tenía asumido que algo pasaba con J, pero en algún lugar recóndito de tu alma siempre albergas la esperanza de que con los años mejore, de que pueda hacer una vida autónoma y socialmente adaptada. Ahora todos dicen que está siendo una auténtica marea descubrir estos daños tan importantes en los niños adoptados. Y que en el futuro serán muy numerosos cuando "las niñas chinas" y "los niños del Este" se hagan mayores y sus problemas crezcan con ellos y resulten irresolubles, como los de J.

No dejes de escribirme. 

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